La llamamos lluvia de estrellas porque eso es lo que parecen: muchas estrellas cayendo como el el agua cae de las nubes. Pero, ¿sabemos qué es realmente una lluvia de estrellas? Pues no son estrellas, sino meteoros: fragmentos de polvo o de hielo que se desprendieron alguna vez de sus cometas, cuando estos pasaron por la órbita de la Tierra, alrededor del Sol.
Pero nos gusta llamarlas así, porque es una denominación tan metafórica como justa. Igual que sus propios nombres, los nombres propios de cada lluvia de estrellas.
Este octubre ya tuvimos las Dracónidas, también llamadas Giacobínidas, por venir sus meteoros del cometa 21P/Giacobini-Zinner.
Pero, el nombre de Dracónidas nos encanta. Draco (el dragón) es la constelación a la que este nombre tan maravilloso hace referencia. Poco conocida por la poca luz que también desprende y que hace que apenas pueda verse. Eso a pesar de su tamaño, porque es enorme comparada con otras más famosas.
Pero esta no es el último espectáculo de este tipo del que podemos disfrutar lo que queda de año. Para empezar, antes de que acabe este primer mes de otoño, aún tendremos las Orónidas.
Por qué se llaman Orónidas
El nombre de Orónidas, viene de Orión. Cuando los fragmentos desprendidos de esta constelación pasan, atravesándola, la órbita de la Tierra, se produce la lluvia de estrellas. Las Orónidas son los pedazos de Orión esparcidos por el cielo.
La velocidad de estos cometas está entre los 66 y los 70 kilómetros por hora y están asociadas al cometa 1/P Halley
Cuándo y dónde verlas
En estos momentos, las Orónidas ya están pasando por nuestra órbita, pero no es hasta la noche del 21 de octubre cuando están, probablemente, en su momento de mayor visibilidad con respecto a nosotras. En este pico, se espera que se produzcan entre 20 y 25 meteoros por hora. Y tras este momento álgido, aún estarán presentes, incluso, hasta principios de noviembre.
Lo malo —y no tan malo, porque no se puede pedir todo— es que coincidirá con la próxima luna llena. La fuerte luz y el color rojizo de la Luna de Sangre, podrán dificultar el avistamiento de esta lluvia de estrellas.
De todas formas, lo bueno es que ambos fenómenos estarán sucediendo a la vez y podremos aprovechar la oportunidad de acudir a un lugar fuera de los núcleos urbanos para difrutar de un espectáculo doble.
Cualquier lugar despejado de la contaminación atmosférica y lumínica se convertirá en el ideal para disfrutar de este momento de contemplación y tranquilidad que, en realidad, nos merecemos.
Las lluvias de estrellas se disfrutan mejor sin telescopio, porque así podemos detectar su movimiento en el espacio. Y hay que saber ser paciente y darle tiempo a nuestros ojos para que se acostumbren a la oscuridad.
Próximas lluvias de estrellas en 2021
Para lo que queda de año nos quedan, todavía, dos lluvias de estrellas más: las Leónidas y las Gemínidas. Los meteoros de la constelación Leo, alcanzarán su punto álgido entre los días 17 y 18 de noviembre, cuando la Tierra atraviesa los escombros del cometa Temple-Tuttle.
Las Gemínidas, por su parte se dejarán ver entre el 7 y el 17 de diciembre. Esta lluvia es diferente, ya que los pedazos que se nos acercan no se han desprendido de ningún cometa, sino de un asteroide.