A primeros de octubre tuvimos las Dracónidas. Poco antes de acabar el mes, las Orónidas. Las primeras, procedentes de la constelación de Draco (el dragón); las segundas, venidas de Orión. Caídas, desprendidas de Orión.
Porque, ¿qué es una lluvia de estrellas? No son estrellas, sino fragmentos, restos de un cometa. Pedazos de polvo o hielo desprendidos de él en algún momento y que, solo cuando atraviesan la órbita de la Tierra, pueden ser vistos desde ella. Desde aquí, las bautizamos como lluvias de estrellas.
Qué son las Leónidas
El sufijo -idas, en el griego antiguo, significaba » hijo de». Pero, aunque ahora no hablemos del Leónidas I de Esparta, que muriera en la Segunda Guerra Médica, la morfología de las palabras mantiene su sentido y así las relaciones de Grecia con el cielo y de la historia con el mito y con la ciencia.
Estas Leónidas son hijas de la constelación de Leo, sus pedazos. Cuando el cometa 55P/Tempel-Tuttle pasa por la órbita de esta constelación, los meteoros de Leo dan lugar a tormentas espectaculares, con frecuencias de hasta mil meteoros por hora. Esto sucede cada 33 años. El resto, la lluvia de Leónidas suele ser más modesta y producir entre 10 y 20 meteoros por hora.
Por estas fechas del año, un anillo colmado de estos fragmentos procedentes del cometa, atraviesa la Tierra. Y por eso desde aquí podemos disfrutar de su presencia.
Cuándo y dónde verlas
Las Leónidas ya están en la órbita de nuestro planeta desde el pasado día 6. Y estarán en esta linde con la Tierra hasta el día 30 de noviembre. Sin embargo, su momento de máximo esplendor tendrá lugar en la noche del 16 al 17 de noviembre.
La mala noticia es que, de nuevo este año, habrá que tener mucha suerte y paciencia para conseguir vislumbrarlas ya que su momento más nítido de cara a nosotros coincidirá con la presencia de la próxima luna llena.
Para ser exactos, la luna llegará completa dos días más tarde que este momento pletórico de las Leónidas, pero, aún así, esto significa demasiada luz difusa en el cielo, como para verlas con claridad.
Sin embargo, las partículas más grandes de las Leónidas, pueden traducirse en meteoros más brillantes de lo normal. Las llamadas «bolas de fuego», compiten en luminosidad con las estrellas y los planetas más brillantes, incluida —aunque es menos común— la Luna.
Últimas lluvias de estrellas de 2021
Antes de que acabe el año, además de las Leónidas, todavía tendremos las Gemínidas, que se dejarán ver entre el 7 y el 17 de diciembre. Esta lluvia es diferente a las demás, ya que los pedazos que se nos acercan no se han desprendido de ningún cometa, sino de un asteroide.
Además, la lluvia de estrellas de los Táuridos del Norte, que aparece entre el 20 de octubre hasta el 10 de diciembre. Pero, aunque su máximo se alcanza el 12 de noviembre, se trata de un fenómeno débil, como mucho de 5 meteoros por hora.
También, las Orónidas de noviembre, entre el 13 de noviembre y el 6 de diciembre, con máxima el 28 de noviembre, son otro momento de visibilidad para estos cometas desprendidos de Orión. Estos, como las Alfa Monocerótidas, que se activarán entre los días 15 y 25 de noviembre, con el máximo el día 21, apenas tendrán más fuerza que la de producir unos 3 meteoros por hora.