Málaga experimenta una transformación de 180 grados en Semana Santa y son muchos los que piensan que es un sacrilegio huir de la ciudad en estas fechas. Sin faltar a las razones de unos, cabe argumentar que en Semana Santa también es difícil resistirse a cualquiera de las escapadas próximas a Málaga.
Desconectar, tomar la carretera y perderse por los lugares más bellos de Andalucía. Te proponemos diez destinos, planes en entornos naturales para que salgas de la ciudad, aunque sea por unos días.
Bolonia (Cádiz)
Cádiz, en general, pudiera ser el paraíso en la tierra; y Bolonia, salvaje, aislada e infinita, la playa perfecta. Más allá de las dunas, todo un monumento natural, también puedes deleitarte con las ruinas de la antigua ciudad romana de Baelo Claudia.
Entre sus múltiples virtudes destacamos una primavera agradable sin tanto gentío como acoge en verano. Sumergirte en el agua cristalina te hará sentir como en una isla paradísiaca.
Sierra Nevada (Granada)
Aprovecha los últimos vestigios del invierno y visita Sierra Nevada y las localidades colindantes. El municipio de Lanjarón es el único nominado entre las 7 maravillas de la naturaleza del mundo. Su enclave privilegiado así como sus notables manantiales lo han convertido en uno de los pueblos más bonitos de Andalucía. Perfecto para perderse entre sus balnearios neomudéjar.
Frigiliana (Málaga)
Enfilar sus empinadas calles empedradas, degustar su gastronomía, deleitarse con las casas encaladas que configuran el perfil de Frigiliana implica ceder ante la belleza de este popular destino. «Es una joya escondida», señalan los estadounidenses, aunque en Andalucía a nadie pilla por sorpresa el garbo de la localidad malagueña.
Almodóvar del Río (Córdoba)
La parroquia de la Inmaculada Concepción y la ermita de Nuestra Señora del Rosario y San Sebastián son algunos de los rincones que convierten a Almodóvar en un pintoresco pueblo de la campiña cordobesa.
Eso sí, su imponente castillo, escenario de cine en múltiples ocasiones, se lleva todos los homenajes. Una de las escapadas ideales esta Semana Santa para descubrir esta popular localización.
Hornachuelos (Córdoba)
Este pueblo cordobés tuvo un reinado taifa, sufrió un éxodo (y una despoblación) considerable durante la guerra civil y resurgió de las cenizas para convertirse en un encantador municipio a los pies de Sierra Morena.
Un paraje repleto de senderos, historia, coloridas casas colgantes, cuevas insertadas en colinas y cerros, una muralla que pervive tras los siglos y un embalse adaptado a una experiencia de aventura.
Córdoba
Córdoba se viste de flores en primavera, una de las mejores estaciones para dejarse caer por la ciudad de los Califas. Junto a su destacado patrimonio, donde el Alcázar, el Palacio de Viana o la Mezquita-Catedral maridan de maravilla, Córdoba brinda cientos de recodos, callejas y barrios llenos de encanto.
Como su gente y como su gastronomía, cuna del salmorejo, el flamenquín o las deliciosas berenjenas con miel de caña.
Ronda (Málaga)
Es una de las ciudades más visitadas de Andalucía, siendo el Puente Nuevo su atractivo turístico más conocido. Sin embargo, Ronda también tiene otros puntos de interés como el palacio de Mondragón o los baños árabes.
Mención a parte merece (si los sibaritas no lo conocen ya) el restaurante Bardal del chef José Aparicio, galardonado con dos estrellas michelin.
Escapadas de Semana Santa: Soportújar (Granada)
Las Alpujarras granadinas encierran más de un pueblo con encanto encaramado en las montañas. Más allá de Trevélez, Lanjarón o Pampaneira destaca el poderoso Soportújar. Posiblemente uno de los pueblos más singulares de Andalucía, conocido también como el pueblo de las brujas.
Sus casitas encaladas se apiñan en esta ladera de la montaña que otrora acogió una alquería y que en invierno lo baña todo de nieve. Amén de la leyenda, en esta tierra se establecieron gentes del norte que consigo trajeron aquelarres y costumbres paganas. En realidad, tras la expulsión de los moriscos la zona quedó repoblada con familias sobre todo procedentes de Galicia, cuyas raíces se han conservado hasta nuestros días.
Así, Soportújar luce todo el año sus mejores galas y saluda al viajero con una bruja de enormes dimensiones: Baba Yagá. Miradores, cuevas, recodos, puentes encantados y callejas en las que adentrarse con la certeza de que al visitante le esperan pendientes, laderas y, menos mal, altas dosis de belleza serrana.
Vejer de la Frontera (Cádiz)
Las sinuosas calles de Vejer, sus casas encaladas, su historia o las múltiples ofertas gastronómicas hacen de esta localidad gaditana de interior (pero a muy pocos kilómetros del mar) un imprescindible de nuestra ruta, y nuestra primera parada.
Pasea alrededor del recinto amurallado, asómate a sus miradores y fotografía espléndidas panorámicas del mar a tus pies y no te pierdas su artesanía y gastronomía, salpicada a lo largo y ancho del municipio. Una de las escapadas más emblemáticas de Andalucía y, por tanto, un irresistible destino para Semana Santa.
Arcos de la Frontera (Cádiz)
Enclavado en una peña, este es uno de los pueblos blancos más emblemáticos de Andalucía y la puerta de entrada a la Sierra de Cádiz. Tiene unas vistas maravillosas nada recomendables para gente que sufra de vértigo.