Vacas, caballos, bañitas y surferos conviven en la icónica playa de Tarifa, Bolonia, donde las anécdotas crecen cada verano dejándonos momentos como este. En el último vídeo que circula por redes sociales un conductor pregunta a una vaca retinta, que justo transita por la carretera, la dirección hacia la playa de Bolonia. La vaca no se lo piensa y mueve la cabeza en la dirección en cuestión y los ocupantes, como cabe esperar, celebran la simpatía de la vaca. El vídeo no tiene desperdicio y es un ejemplo más de las historias que se suceden en esta zona de Andalucía.
Habías visto a las vacas retintas de Bolonia tumbadas en la playa, pero nunca las habías visto haciendo esto…#vacasconeducacion #razaretinta #Bolonia #paraísoandaluz pic.twitter.com/2GC1j1QrGs
— Javier Benitez (@javiebenitez) July 14, 2021
Si hace apenas un par de semanas, la periodista de El Mundo y analista en Canal Sur TV, Laura Garófano Escudier compartía en redes la fotografía de la vaca retinta bajo la sombrilla de un bañista, estos simpáticos animales nos sorprenden hoy con esta imagen.
Riesgo en la carretera
A pesar del tono divertido del vídeo, hay que tener en cuenta que la presencia de animales en la carretera suponen un peligro para nuestra conducción y pueden ser causa de accidente. Desde la DGT y desde RACE aseguran que aunque el primer acto instintivo es evitar el atropello, esta reacción la mayor parte de las veces puede provocar «una invasión del carril contrario y un choque frontal contra otro vehículo».
Existen dos peligros cuando encontramos un animal en la carretera: intentar esquivarlo mediante un volantazo o chocar directamente contra él. ¿Sabes qué debes hacer? Te lo mostramos.
👉 https://t.co/3qEXJIKr10 pic.twitter.com/l5ZmonDIVm
— Dir. Gral. Tráfico (@DGTes) July 27, 2020
Sobre la vaca retinta
La vaca retinta, también retinta del Guadalquivir, es una raza de ganado vacuno tosca que se adaptada muy bien a las difíciles condiciones agroclimáticas de su zona de explotación. Para soportar las temperaturas, en verano pierde su pelo. Permanece en libertad toda su vida alimentándose de pastos, ramas y bellotas que se encuentran en la dehesa de forma natural.