Ahora que la pandemia del Covid-19 parece haber remitido y las restricciones de movilidad son casi inexistentes, el sector turístico parece haberse recuperado en España y, con él, también el hotelero. El turismo es de vital importancia en Málaga y el periódico The Times ha querido subrayar su recomendación de visitar la ciudad elaborando una lista de sus mejores hoteles.
Desde el reconocido medio británico se hace hincapié en el dinamismo existente en lo que se refiere a los alojamientos, señalando que los visitantes pueden encontrarse opciones de todo tipo. Desde hoteles lujosos en edificios emblemáticos hasta elecciones más simples, Málaga lo alberga todo y se corona como el destino turístico idóneo para la época estival.
Entre los 14 complejos hoteleros incluidos en el ranking destaca el Barceló Málaga, situado en la segunda posición y superado únicamente por el Palacio Solecio. Destaca la comodidad que implica su ubicación, a tan solo 20 minutos del centro andando. Además, al estar situado a lo largo de la estación María Zambrano, sus huéspedes tienen el AVE a su disposición a pie de hotel.
Las características del Barceló Málaga
El complejo de cuatro estrellas destaca por el estilo de su decoración, contemporáneo a la vez que elegante, con el mosaico de azulejo como principal protagonista. El que probablemente sea el elemento más característico es su tobogán de acero, por el que los huéspedes pueden deslizarse para acceder a su espacio de ocio.
La comodidad de sus 221 habitaciones está pensada hasta el último detalle, poniendo a disposición de los huéspedes el máximo confort con iniciativas como una carta de almohadas o sábanas de 300 hilos. La experiencia continúa fuera de ellas, en su rooftop B-Heaven, que cuenta con una piscina con vistas al mar y al skyline de Málaga. Además, a esta la complementan un gimnasio totalmente equipado y una sauna. Su oferta gastronómica tampoco se queda atrás. Las tapas de su gastrobar ‘La Santa María’ constituyen un medio de transporte en sí mismas, permitiendo a sus comensales desplazarse a otros puntos del mundo sin dejar de lado la apuesta por lo local.