Los promotores del icónico museo situado en San Peterburgo están poniéndose en contacto con algunas ciudades españolas a fin de establecer en una de ellas un museo franquicia del Hermitage. Málaga es una de las candidatas y, si las negociaciones son fructíferas y concluyentes, podría albergar piezas de colección.
El rechazo de Barcelona, la primera de las candidatas, a facilitar la iniciativa situada en la Nueva Bocana del Puerto ha abierto la posibilidad a otras ciudades, como la malagueña, para atraer este proyecto. Otras ciudades como Madrid ya han ofrecido propuestas más concretas para atraer a los inversores y en Sevilla llegó incluso a barajarse la posibilidad antes de la pandemia de situar esta sede en la Real Fábrica de Artillería.
En estos términos, el Hermitage ha abierto varias subsedes por todo el planeta, como Amsterdam, Ferrara (Italia) o Londres. Las dos primeras funcionan bajo un sistema al estilo de las franquicias donde el inversor se encarga de asuntos logísticos. La sede de Amsterdam, por su parte, está instalada en un edificio del siglo XVII restaurado ofrece dos grandes exposiciones temporales por año y cuenta también con un restaurante.
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